Hablar de Pedrosa de la Vega es hablar de la Villa Romana de La Olmeda, o palacio de la antigua villa construida a mediados del siglo IV, con 3000 m2, planta alrededor de jardín, con cuatro galerías de mosaicos con 27 habitantes, 12 de ellas con mosaicos, con “hipocaustum” o sistema de calefacción subterránea dispuso de cuatro torres.
Destaca el gran mosaico de la gran sala “vecus” con leyenda cuando Ulises descubre a Aquiles disfrazado de mujer para evadir la guerra de Troya; al lado, parejas de ándes, representación de las estaciones del año, escenas de caza, etc.
Al lado, las recientemente excavadas termas, cementerio visigodo del Siglo VII y sobre él otro medieval del siglo XIV, etc. Pero se deben visitar también el museo de la iglesia de San Pedro de Saldaña, donde se guarda todo lo hallado.
Lobera era citada en la documentación de San Benito de Sahagún en tiempos de Ramiro II como “Laenna laperca”
De esta villa era originaria la familia Lobera que en el siglo XVI reincidiera en San Cebrián de Mazote y más tarde se extendió a Galicia y Cuba. El rey Alfonso VIII, a finales del siglo XII, donó labera al monasterio de San Zoilo de Carrión.
Su iglesia parroquial, dedicada a San Andrés, es de ladrillo, de una nave cubierta con bóveda de arista, destacando en ella sus tres retablos neoclásicos; lado del Evangelio, Presibiterio y Epístola.
El topónimo de Villarrodrigo parece proceder del antropónimo germánico “Rudericas” o acaso se trate del rico hombre Rodrigo Rodríguez Girón que en los inicios del siglo XIII fundara el monasterio cisteriense de Santa María de la Vega. Aquí estuvo en 1808 un destacamento francés.
Pedrosa disponía a mediados del siglo XIX de 47 Habitantes, Gañinas de 78, lobera de 88 y Villarodrigo de 52 como municipio, Pedrosa tenía 635 habitantes en 1900, 652 en 1930, 738 en 1960 y 364 en 2005.